Taste Atlas eligió a esta delicia michoacana como el mejor platillo con cerdo. Foto: Sectur
Una vez más, la gastronomía mexicana vuelve a ser protagonista, puesto que varios de sus platillos han vuelto a figurar en los primeros lugares de Taste Atlas.
La guía gastronómica publicó su Top 100 de platillos hechos con cerdo, entre los que figuran:
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Taste Atlas ubicó en el tercer lugar de su top a las gringas, un platillo típico mexicano elaborado con tortillas de harina rellenas de carne de cerdo marinada al pastor, queso y, más comúnmente, rodajas de piña, aunque se pueden agregar al platillo cebolla, salsa de chile y cilantro según la preferencia del cliente.
Luego, la combinación de estos ingredientes se asa a la parrilla de la misma manera que una quesadilla. Las tortillas suelen doblarse por la mitad y consumirse como un taco.
De acuerdo con Taste Atlas, se cree que el nombre de ‘gringas’ proviene de la idea de que las tortillas de harina son más populares que las de maíz al norte de la frontera con México.
En cuarto lugar figuran los tacos al pastor, favoritos de muchos, que consisten en finas rebanadas de carne de cerdo raspada de un asador giratorio, colocadas sobre una tortilla y cubiertas con cebolla, cilantro picado, trozos de piña, chile y salsa.
Taste Atlas señaló que los tacos al pastor evolucionaron a partir de las tradiciones culinarias libanesas que llegaron a México a finales del siglo XIX junto con numerosos inmigrantes, principalmente a la ciudad de Puebla.
La guía gastronómica ubicó en la quinta posición de su ranking a la cochinita pibil, un plato de cerdo mexicano originario de Yucatán. Éste se marina en una combinación de pasta de achiote, jugo de naranja amarga y ajo. Se hornea lentamente y luego se desmenuza y se sirve en tortillas con cebollas encurtidas, salsa y varias verduras asadas.
Sobre los cambios que ha sufrido este platillo y su preparación, está, por ejemplo, que en tiempos prehispánicos esta se cocinaba en hoyos construidos bajo el suelo, cubiertos por capas de piedras y hojas, las cuales permiten que el calor se mantenga y el alimento adquiera una cocción adecuada para se deshaga la carne.
Se dice que Yucatán fue el primer lugar en el continente americano donde los indígenas probaron la carne de cerdo, naciendo así la cochinita pibil.
La guía Taste Atlas puso en el lugar número seis a este platillo sinaloense que define como carne de cerdo desmenuzada frita que se cocina en salsa de chile y especias como orégano, ajo y comino.
Originalmente se utilizaba como forma de conservar la carne, pero hoy en día se suele utilizar como relleno de numerosas especialidades mexicanas como tacos o enchiladas
Según datos históricos, los antecedentes de este platillo tiene orígenes prehispánicos, y se cocinaba originalmente con carne de jabalí, aunque también de puerco espín, y hasta de armadillo.
Como otros muchos alimentos de nuestra exquisita comida tradicional, con el proceso de conquista y la llegada del cerdo a la Nueva España, este platillo sufrió una transformación para convertirse en un platillo mestizo.
Se utilizan principalmente cortes como la pierna, paleta, cabeza y el cuerito (piel de cerdo). Cada uno aporta diferentes texturas y sabores a la preparación final.
En el estilo michoacano, las carnitas se cocinan lentamente en manteca de cerdo. La carne se hierve a fuego lento hasta que se vuelva tierna y jugosa. La cocción en manteca de cerdo es una característica distintiva que le da a las carnitas su sabor único. Luego se sube el fuego hasta que la carne esté crujiente por fuera y se pueda desmenuzar.
Las carnitas a menudo se sirven con tortillas, acompañadas de salsas, frijoles, guacamole, limón o verduras frescas. En Michoacán se encuentran en todas partes, desde puestos callejeros hasta restaurantes de lujo.
Los tacos árabes, ubicados en el lugar 21 del top de Taste Atlas, son un platillo tradicional mexicano originario de Puebla.
Los envoltorios de pan pita (pan árabe) están rellenos con rodajas finas de carne de cerdo marinada con comino, salsa picante de chipotle y una salsa que consiste en yogur, jugo de limón, aceite de oliva, ajo y perejil.
La fusión de la gastronomía de Medio Oriente con los tacos árabes en Puebla ha dado lugar a una experiencia culinaria única.
La adaptación de técnicas tradicionales iraquíes, como el asado vertical en el trompo, y la incorporación de sabores locales, como la salsa roja espesa, ha creado una delicia que trasciende fronteras.
Similares a los tacos al pastor, Taste Atlas ubicó a los tacos de adobada en el lugar 37 de su ranking de platillos con carne de cerdo.
Para el pastor, la carne de cerdo se cocina en un asador vertical llamado trompo, mientras que la carne de cerdo para los tacos de adobada generalmente se cocina en una parrilla o se estofa en la estufa.
La adobada generalmente se hace con paleta de cerdo, ya sea en rodajas finas cuando se asa a la parrilla o cortada en trozos cuando se estofa. Los tacos suelen ir cubiertos con cebolla picada, rábanos, cilantro y jugo de lima.
Otros platillos con carne de cerdo que Taste Atlas incluyó en su listado son el asado de boda, originario de Zacatecas y que quedó en el lugar 58, y el poc chuc, también originario de Yucatán, el cual quedó en la posición 91.
Así que México tiene múltiples y deliciosos platillos elaborados con cerdo para todos los gustos y presentaciones. ¿Cuál es tu favorito?
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