Vivaldi y Moctezuma: la ópera perdida
Motezuma, primera ópera de Vivaldi sobre América, es un hallazgo musical que une Europa y Mesoamérica con historia y ficción barroca.
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En 1733, Antonio Vivaldi estrenó en el Teatro Sant’Angelo de Venecia Motezuma, una ópera en tres actos que relataba la caída del emperador mexica Moctezuma II a manos de Hernán Cortés. Con libreto de Girolamo Giusti, esta pieza representó una rareza dentro del barroco europeo por abordar un tema americano. Sin embargo, el público de la época no la recibió con entusiasmo: sin danzas ni dúos amorosos, fue considerada poco atractiva.
Un manuscrito que cruzó guerras y fronteras
Tras la muerte de Vivaldi, la partitura se perdió por siglos. Solo el libreto impreso sobrevivió. Fue hasta 2002 cuando el manuscrito apareció en Berlín, resguardado por la Sing‑Akademie tras haber sido trasladado a Kiev durante la Segunda Guerra Mundial. Faltaban fragmentos, que el musicólogo Federico Sardelli reconstruyó con otras obras de Vivaldi. En 2005, el ensamble Modo Antiquo presentó esta versión en Rotterdam.
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El libreto de Giusti plantea un final simbólico: en lugar de una muerte violenta, Moctezuma firma la paz con Cortés, culminando en un matrimonio ficticio. Esta visión, lejana de la realidad histórica, responde al estilo del lieto fine barroco, donde la ópera debía cerrar con una nota positiva.
Reinterpretación mexicana: voces indígenas y náhuatl
En 2019, una versión moderna titulada Motecuhzoma II se presentó en el Zócalo de la Ciudad de México. Esta adaptación buscó honrar la historia desde una mirada más crítica, con nombres reales como doña Marina, Alvarado o Cacamatzin, además de incorporar náhuatl y música tradicional.
Motezuma es la primera ópera de Vivaldi con temática americana. Su rescate no solo es un hallazgo musical, sino un puente cultural entre Europa y Mesoamérica. A través de sus reinterpretaciones actuales, se convierte en un testimonio vivo del diálogo entre pasado y presente, entre la ficción barroca y la memoria histórica.