Pastelería Alcázar celebra 41 años de trayectoria en el mercado con una transformación que redefine su esencia sin perder la calidad y tradición que lo han convertido en un referente de la panadería y repostería.
Pastelería Alcázar celebra 41 años de trayectoria en el mercado con una transformación que redefine su esencia sin perder la calidad y tradición que lo han convertido en un referente de la panadería y repostería.
Desde 2019, la marca ha trabajado en una renovación integral con el objetivo de modernizar su imagen y ofrecer espacios más cómodos y atractivos para sus comensales.
Este proceso ha abarcado toda la compañía: desde el rediseño de sus tiendas hasta la actualización de su logotipo y paleta de colores, junto con una constante innovación en su oferta de productos. El resultado es una nueva versión de Alcázar que equilibra armonía, calidez y funcionalidad.
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La renovación de Pastelería Alcázar no solo es estética, sino también funcional. Las nuevas tiendas han sido diseñadas para ofrecer una experiencia diferente: la tradicional dinámica de venta detrás del mostrador da paso a un espacio abierto e integrado, donde las áreas de exhibición y estancia conviven de manera fluida.
La iluminación cálida, los acabados sobrios y elegantes, y una distribución abierta que permite visualizar toda la operación, refuerzan la sensación de transparencia y calidad.
Uno de los espacios más emblemáticos que ha vivido esta transformación es la tercera sucursal de Alcázar, con 36 años de historia. Su nueva imagen representa el espíritu de evolución constante de la marca y su compromiso por seguir aportando vida y carácter a la ciudad.
La apuesta de Pastelería Alcázar por la excelencia no solo se refleja en sus espacios, sino también en su oferta de productos. Con el objetivo de sorprender y deleitar a sus clientes, la marca ha incorporado nuevas especialidades que fusionan técnicas tradicionales con un toque innovador:
Kouign-amann: Este pan de origen bretón, cuyo nombre significa “pastel de mantequilla”, se distingue por su exterior caramelizado y crujiente, con un interior hojaldrado y suave. En Alcázar, está disponible en tres versiones: natural y relleno de crema de almendra.
Bretzel Croissant: También conocido como “Laugencroissant”, este híbrido entre croissant y bretzel combina lo mejor de ambos mundos: una corteza crujiente con el característico sabor del bretzel y un interior hojaldrado y suave.
Aunque este producto es común en Alemania, Austria y Suiza, en Ciudad de México solo se encuentra en Alcázar.
Más allá del diseño y la innovación, Pastelería Alcázar mantiene su compromiso inquebrantable con la calidad.
Desde la selección de materias primas hasta la excelencia en la entrega y distribución, cada proceso refleja el respeto por las tradiciones y normativas del sector.
Con esta renovación, Alcázar reafirma su posición como una empresa innovadora en el mundo de la panadería y repostería, consolidándose como un referente en el mercado.
La evolución no se detiene y este nuevo capítulo es solo el comienzo de una historia que seguirá escribiéndose con pasión y dedicación.
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