El templo de Nuestra Señora de Ocotlán, una de las joyas de Tlaxcala
El templo de Nuestra Señora de Ocotlán tiene una leyenda que te llamará la atención, por lo parecida a la de la Virgen de Guadalupe.
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El templo de Nuestra Señora de Ocotlán tiene una historia fascinante detrás de ella, que te resultará un tanto parecida a otro de los templos que tienen mucha importancia en México, y aquí te hablaremos de esta joya arquitectónica del estado de Tlaxcala.
El recinto religioso tiene antecedentes franciscanos que datan de 1541, pero para 1617 se construyó un nuevo templo en sustitución del pequeño templo de San Lorenzo, uno que estuvo dedicado a Nuestra Señora de Ocotlán, nombre que recibió la escultura debido a que estaba hecha de madera de ese árbol.
Este templo, como lo vemos en la actualidad, se hizo por disposición del arzobispo Diego Osorio de Escobar, quien designó de responsable de obra a Juan Escobar, capellán de la iglesia, pero los trabajos los continuó Francisco Fernández en 1691, quien instaló un retablo dedicado a la Virgen de Guadalupe.
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La fachada del templo está elaborada en ladrillo rojo y tiene pilastras, columnas, cornisas ondulantes y líneas horizontales que generan una belleza singular en el monumento. Allí podrás ver las imágenes de San Francisco de Asís, la Inmaculada Concepción, arcángeles y apóstoles.
En su interior podrás ver el camerín de la virgen, elaborado por Francisco Miguel Tlayoltehuanitzin, así como pinturas que te relatan la aparición de la virgen, cuya leyenda estuvo probablemente influenciada por la aparición de la Virgen de Guadalupe.
Dicha leyenda cuenta que un indígena llamado Juan Diego caminaba por el cerro de San Lorenzo durante un día de febrero cuando se le apareció la Virgen María. Él iba cargando dos cántaros con agua de un río que tenía fama de ser curativo.
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Sin embargo, la virgen le guió a un manantial, señalándole que con su agua curaría a los enfermos de la ciudad, contagiados por una epidemia. Los franciscanos acudieron al lugar donde vieron un árbol que ardía, pero no se consumía y en su interior encontraron la talla de María en madera de ocote, elaborada con influencia gótica y de poco más de metro y medio de altura. Ellos llevaron la figura al templo de San Lorenzo, donde empezó a ser venerada.
Esta virgen tiene su festejo el tercer lunes de mayo, pero a lo largo del quinto mes del año hay importantes celebraciones de piedad en su honor, iniciando su culto el 30 de abril con el traslado de la imagen de su nicho al altar mayor.
Así que ya tienes una fecha por si quieres visitar este templo alguna vez. Ubicado en Privada del Norte, 90100 Ocotlán, Tlaxcala.
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