Descubre la gloria que envuelve los baños de Nezahualcóyotl

El Estado de México posee lugares de increíble belleza y Texcoco es un lugar que tienes que descubrir.

Jorge L.  ·  29 septiembre, 2023
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El pasado prehispánico de nuestro país vivió días de gloria y Texcoco es ejemplo de ello. Los mexicas construyeron algo que pocos imperios del mundo dominarían: los acueductos.

El lugar del que queremos contarte hoy se le conoce popularmente como ‘Los baños de Nezahualcóyotl’, y se ubica en la Zona Arqueológica de Tezcutzingo. 

Está ubicado entre los poblados de San Nicolás Tlaminca y San Dieguito Xochimanca, en el municipio de Texcoco, en el Estado de México, y aunque en la actualidad se encuentra algo deteriorado, su belleza es no solo impresionante sino magnificente.

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Durante su gobierno, el llamado ‘Rey poeta’ trasformó a Tezcutzingo en su jardín favorito. Lo llenó con flora que mandó traer de distintas partes, y se considera uno de los primeros en América.

Tezcutzingo se mandó a edificar en el año 1453 y la obra se concluyó 13 años después. Al mismo tiempo se construía el acueducto que transportaría agua para consumo personal y el riego de plantas.

Este complejo sistema hidráulico partió del manantial Texapo (piedra jabonosa o resbalosa), localizado en el monte Quetzaltepec, y de ahí bordearía y uniría cerros por más de siete kilómetros para llevar el líquido hasta este lugar.

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En la parte de arriba el acueducto sigue su camino con dirección al “Baño de la Reina”, una tina que fue nombrada así por ser de mayor volumen que la del mismo Rey. En su momento estuvo decorada con tres invaluables ranas de piedra que representaban la triple alianza, pero con el tiempo fueron robadas y su paradero es desconocido.

Aquí también se encuentra el majestuoso cerro del Tezcutzingo, en la parte inferior se sitúa el “Trono de Nezahualcoyotl”, que consistía en un altar para llevar a cabo ceremonias, rituales y estaba dedicado especialmente a Tláloc, Dios del Agua.

En la parte superior puede observarse una gran explanada conocida como el “Patio de las Danzas”, donde seguramente se hacían ceremonias, aseguran arqueólogos que han estudiado el área.

Aquí se encontraron restos de figuras del Dios del Juego y de Tláloc, por lo que se cree que se rendía culto a dichas deidades.

Durante la colonia, el fraile Domingo de Betanzos mando a destruir el lugar, pues para la Iglesia se consideraba un lugar de idolatría, sin embargo, eso no se consiguió del todo y aún hoy se puede admirar parte de la arquitectura de nuestros antepasados.

¿Como llegar?

Para llegar a este lugar hay que ir al municipio de Texcoco, ubicar la desviación hacia el Parque Nacional Molino de Flores, y dirigirse hacia la comunidad de San Nicolás Tlaminca, donde podrás ascender al Tezcutzingo.

Debes saber que para escalar este cerro se requiere de una regular a buena condición física, pues el recorrido es largo y lleno de piedras que dificultan el ascenso.

A tu descenso hay un terreno a solo unos metros donde puedes refrescarte con una buena variedad de bebidas, desde aguas, pasando por cerveza, azulitos, y otras muchas bebidas.

También encontraras quesadillas y gorditas, y otros antojitos mexicanos.

Por donde vas a dejar tu auto no te preocupes, hay un lugar para estacionarte, y la cooperación es voluntaria.

Con este espacio Texcoco demuestra que fue hogar de uno de los pueblos prehispánicos más importantes y poderosos del México antiguo, como el gran Nezahualcóyotl.

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Si lo visitas, protégelo.

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