Alebrijes: ¿qué son y por qué son una artesanía mexicana emblemática?

Los alebrijes son criaturas fantásticas de origen mexicano, elaboradas con cartonería o madera, llenas de color y simbolismo cultural. Descubre su historia, técnicas y significado.

Ricardo Vélez  ·  3 octubre, 2025
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Desde una fiebre que lo llevó al delirio, el artesano Pedro Linares dio origen a los alebrijes en 1936; seres extraños que emergieron en su sueño durante su convalecencia. 

Estas criaturas comenzaron como figuras de cartón y papel adornadas con colores vibrantes y con combinaciones fantásticas de cuerpos animales reales e imaginarios. La invención de Linares se convirtió en un símbolo del arte popular mexicano y transformó para siempre la idea de la artesanía.

Los alebrijes no solo son figuras decorativas: son una manifestación del imaginario mexicano, una fusión de arte, tradición y creatividad. Aparecen junto con la celebración de Día de Muertos, se exhiben en desfiles monumentales por Paseo de la Reforma y se venden en talleres emblemáticos de la Ciudad de México y Oaxaca.

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Técnica y materiales

En su versión original, los alebrijes se elaboran mediante la técnica de cartonería: primero se crea un esqueleto de alambre que sirve de soporte, luego se aplica masa de papel, capas de cartón y engrudo. Después de secarse, la pieza se alisa y se pinta con colores intensos y patrones geométricos que destacan por su contraste y detalle.

En Oaxaca, los alebrijes evolucionaron hacia el tallado en madera de copal, como en comunidades de San Martín Tilcajete, San Antonio Arrazola y La Unión Tejalapam, donde los artesanos combinan la tradición de la talla con el estilo visual del barrio de Linares.

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Origen e influencia

La historia dice que Pedro Linares, originario de la Ciudad de México, enfermó gravemente y soñó con criaturas fantásticas: un burro con alas, un león con cabeza de perro, un gallo con cuernos de toro, todas repitiendo la palabra “alebrijes”. Al despertar, comenzó a materializar esas visiones en artesanías tridimensionales.

Su obra ganó notoriedad cuando artistas como Diego Rivera y Frida Kahlo comenzaron a adquirir su trabajo, y cuando la cineasta Judith Bronowski produjo un documental que difundió su legado internacionalmente.

Los alebrijes se han integrado al imaginario colectivo como guías espirituales, protectores o espantadores de malos espíritus, especialmente durante el Día de Muertos, cuando se cree que estas criaturas pueden acompañar a las almas en su tránsito.

Además, cada pieza es irrepetible: los artesanos no usan moldes, lo que hace que cada alebrije sea único. Las formas, colores y combinaciones dependen de la creatividad del autor.

Dónde ver y celebrar los alebrijes

  • En la Ciudad de México, el Museo de Arte Popular organiza cada año el Desfile de Alebrijes Monumentales, con figuras que juegan con escala, luz y color.
  • En Oaxaca, San Martín Tilcajete y San Antonio Arrazola destacan como talleres emblemáticos donde las escuelas locales transmiten de generación en generación el arte del alebrije tallado en madera.

Los alebrijes son más que ornamentación: son un puente entre sueños y realidad, tradición y arte contemporáneo. Descubrirlos es adentrarse en una parte vibrante de la identidad mexicana.

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