Milpa Brunch, clase maestra para aprender sobre el campo mexicano (y comer como nunca)
Más de 200 personas se han deleitado con este mix entre museo, restaurante y salón de clases, donde Quique Cervantes nos recuerda la grandeza de México a través de un viaje por sus milpas.
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Durante 150 minutos te sumergirás en un relato, en una historia tejida con los hilos de un país que se dibuja en el mapa con la forma de un cuerno de la abundancia, guardando en su seno uno de los más vastos patrimonios bioculturales del mundo.
Desde los días gloriosos de la gran Tenochtitlán, esta tierra ha sido inmensa y poderosa, aunque quizá ahora se perciba a sí misma como parte de lo que llaman tercer mundo.
Sin embargo, es vital que recupere la memoria de su grandeza, una grandeza que vive en sus milpas y florece en sus campos, donde el corazón de México sigue latiendo fuerte.
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Historia y cocina combinan
En el corazón de San Pedro de los Pinos, en la Ciudad de México, se lleva a cabo un evento único que celebra la esencia de México a través de los ojos y la voz de Quique Cervantes, un hombre que ha recorrido cada rincón del país, absorbiendo los colores, olores y sabores que definen nuestra identidad.
Quique, conductor del canal de televisión El gourmet, es un apasionado de la magnificencia de nuestra nación, una grandeza que se remonta a los tiempos de la gran Tenochtitlán, cuando México lo tenía todo, y que hoy, a pesar de ser considerado un país de “tercer mundo”, sigue siendo una de las naciones con mayor patrimonio biocultural en el mundo.
Durante esta charla en la sede de El bonito tianguis, Quique te llevará en un viaje por la historia y la cultura de México, comenzando con la domesticación de productos básicos de la gastronomía mexicana como la calabaza, y la importancia del maíz, que ha sido sustento desde tiempos ancestrales.
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Hablará del proceso milenario de la nixtamalización, una tradición que ha permitido que las mesas mexicanas se llenen de tortillas cada día, y que es un símbolo de la conexión profunda entre nuestra gente y la tierra.
El ambiente estará impregnado de la música de grandes compositores mexicanos como José Pablo Moncayo, y contará con la presencia de un dueto en vivo que aderezará la experiencia con su talento vocal, creando una atmósfera que evoca los campos verdes durante las temporadas de lluvia, cuando las mazorcas se alzan imponentes y el suelo está cargado de vida.
Además de escuchar a Quique Cervantes, los asistentes tendrán la oportunidad de tocar productos de diversas regiones del país, desde guajes y textiles (como una bolsa hecha de trigo en Querétaro) hasta oler la fragancia de la Dalia, la flor nacional.
También podrán apreciar de cerca el maíz ajo, uno de los criollos más antiguos de México, cuya belleza radica en que cada grano envuelto en su propio totomoxtle, un testimonio vivo de la rica biodiversidad, que tristemente está en peligro.
Adriana y sus tunas caponeras
En este evento, Quique no solo comparte su amor por México, sino que también pone en primer plano a los productores, esos hombres y mujeres que nos alimentan y que infinidad de veces han sido invisibilizados y condenados a una vida de precariedad por no recibir el valor que realmente merece su trabajo.
Quique, con orgullo, nombra a cada uno de estos productores, mostrando sus rostros y compartiendo sus historias, como la de Adriana, una campesina que le enseñó el arte de probar las tunas un día después de la lluvia, muy temprano, cuando el azúcar se concentra en la parte superior del fruto, un saber que se transmite de generación en generación.
Mientras Quique alimenta el alma de los asistentes con historias de todos los rincones de México, el chef Sebastián Siordia alimenta los estómagos con un menú de seis tiempos que incluye maravillas como una sopa de jitomate guaje orgánico con calabaza redonda tatemada, un mix de quelites, semillas de guaje y tapenade de aceitunas negras del productor Don Aceituno, que despacha desde Chimalhuacán, Estado de México.
Otra delicia es el tamal de ayocotes morelenses con mole de Tlaxcala. Y el postre es una joya: pan de elote con dulce de ayocotes y cacao pataxtle de la chinantla oaxaqueña. Tan solo ese tiempo es una verdadera obra de arte, pues es raro el uso de los frijoles (ayocotes) como dulce y, además, el pan está teñido con la grana cochinilla, la cual también podrás conocer ahí, pues Quique guarda un poco en un recipiente.
Los platillos son acompañados con aguamiel recién extraída, agua de flores, licor de capulín y café y con la increíble música de Silvestre Revueltas. Quique eligió La noche de los mayas justo para hablar de la creación del ser humano y del Quinto Sol.
Reconectar con quien te alimenta
Esta experiencia va más allá de conocer datos sobre el campo mexicano; es una oportunidad para reconectar con quienes nos alimentan, para recordar la grandeza de nuestras raíces y para aprender a amar y preservar los conocimientos ancestrales que nos definen como nación. Es también un llamado a luchar contra una industria alimentaria que enferma y que no aporta nada positivo.
El orgullo de ser mexicano es palpable en Quique, quien se presenta vestido únicamente con prendas hechas por artesanos nacionales, subrayando la necesidad de un trato más justo y condiciones laborales dignas para aquellos que dedican su vida a mantener vivas nuestras tradiciones.
A lo largo de la reunión, escucharás sobre el nacimiento de los maíces de colores, entenderás por qué decimos que estamos “hechos de masa de maíz”, y te sumergirás en la riqueza cultural de México, una nación que, aunque muchas veces subestimada, sigue siendo un tesoro biocultural de incalculable valor.
¿Dónde y cuándo?
El próximo Milpa Bruch se llevará a cabo el sábado 31 de agosto y el domingo 1 de septiembre (10:00 a 12.30 hrs y de 14.30 a 17:00 hrs) en la sede de El bonito tianguis, que se ubica en Calle 21 #109, Colonia San Pedro de los Pinos, Benito Juárez, en la Ciudad de México.
Informes 5513572906
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