Rumbo a la celebración de sus cien años, el Tenampa enchula sus muros con Natalia Jiménez

Entre lágrimas, la cantante española fue honrada con un mural y un título que la une para siempre al corazón musical de México. La celebración apenas comienza.

Eliesheva Ramos  ·  8 septiembre, 2025
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En una mañana llena de historia, emoción y música, el Salón Tenampa —conocido como la Catedral de la Música Mexicana— nombró Embajadora Oficial del Centenario a la cantante Natalia Jiménez.

Como parte del festejo, se develó un mural pintado por el artista oaxaqueño Fredy Samuel Cruz Sánchez, que inmortaliza a la española como parte del legado del Tenampa, que está a punto celebrar un siglo de vida.

Recibir este homenaje, ver mi rostro al lado de las más grandes leyendas de la música regional mexicana en el Tenampa, es un honor que nunca imaginé”, dijo Natalia, visiblemente conmovida, antes de romper en lágrimas frente al público y descubrir la obra.

A sus 43 años, la intérprete de El sol no regresa se ha convertido en una de las voces más poderosas del mariachi contemporáneo.

Ha dedicado más de dos décadas a cantarle a México desde lo más profundo de su alma. En su discurso, confesó que aún le cuesta creer este momento:



Hoy mi corazón late con una emoción difícil de describir… El Tenampa es la voz de los que cantaron antes y el eco de los que cantamos ahora“.

Mural con alma mexicana

El mural, que fue develado entre aplausos, fue creado por Fredy Samuel Cruz Sánchez, joven artista originario de Oaxaca, quien agradeció la oportunidad de ser parte de un momento tan importante para la cultura nacional.

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“Este mural representa no solo la imagen de Natalia, sino la conexión profunda entre México y los artistas que abrazan su música. Fue un honor pintarla en un lugar tan lleno de historia y leyenda”.

La gran fiesta del siglo: 22 de noviembre

Como parte de los festejos por su centenario, la familia Aguilera —actuales propietarias del Tenampa— anunció una gran celebración el próximo 22 de noviembre en el Lienzo Charro de Constituyentes.

“Queremos hacer la fiesta del siglo, literal”, anunció María Fernanda Aguilera, hija de Adriana Díaz e Ibáñez, quienes continúan el legado familiar. “Es importante que se celebre la música mexicana como merece. Y qué mejor que con Natalia como estrella principal”.

Aída Cuevas también ha sido confirmada para este evento. La venta de boletos inicia hoy, 8 de septiembre, y se espera un lleno total.

Un amor correspondido

Natalia, que se describió a sí misma como una española adoptada por México, no ocultó su gratitud:

Hace 20 años llegué con un sueño entre las manos y México me abrió las puertas de par en par… Hoy confirmo que México y yo estaremos unidos para siempre por la música y con el alma.

Con la voz entrecortada, cerró su discurso agradeciendo a su equipo, a su público y, especialmente, al Tenampa:

Ser embajadora en esta celebración es más que un título, es una responsabilidad que asumo con humildad y con todo el amor que le tengo a este país.

El Tenampa sigue vivo… y canta

A 100 años de su fundación, el Salón Tenampa no solo resiste: se renueva, se reinventa y sigue siendo un símbolo de lo que representa México para el mundo.

La música sigue viva en sus muros, en sus botellas, en cada nota que nace de una trompeta o una garganta apasionada. Y ahora, también, en un mural donde Natalia Jiménez ya forma parte de la leyenda.

“En el Tenampa se recuerdan muchas cosas”, dice una canción del cantante y compositor Cornelio Reyna. Y cómo no si, de entrada, se ubica en el corazón del Centro Histórico, en Plaza Garibaldi, que tiene una historia que se remonta a tiempos prehispánicos, cuando era un barrio alfarero.

Durante el Virreinato se llamó Plazuela del Jardín, luego Plaza de Baratillo hasta que, a comienzos del siglo XX, adquirió su nombre definitivo en honor, dicen unos, del líder italiano Giuseppe Garibaldi, mientras que otros aseguran que es por su nieto, Peppino Garibaldi, quien participó en la Revolución Mexicana.

En esos primeros días del siglo XX, Garibaldi no era el sitio de mariachis y cantinas que es ahora. De hecho, la llegada del mariachi a este espacio fue progresiva, y la tradición de este género musical, declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, no estuvo presente desde el inicio. Fue el Salón Tenampa, abierto en 1925, el lugar en donde todo comenzó.

Juan Indalecio Hernández, un comerciante originario de Cocula, Jalisco, fue quien introdujo al primer mariachi de la historia de la Plaza Garibaldi —el Mariachi Cocula de Concepción “Concho” Andrade— en una pequeña cantina que inauguró para probar suerte tras dejar su pueblo natal.

La presencia de los mariachis en la cantina —porque también estuvo el Mariachi Reyes de José Reyes— no solo marcó el inicio de una nueva tradición, sino que fue el paso clave para la creación del escenario musical callejero que hoy conocemos.

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