Rockland 2025: cuando más de mil almas hicieron temblar la Arena CDMX

Reunió a más de mil músicos de todas las edades, creando la banda más grande de Latinoamérica. Un concierto incluyente, vibrante y lleno de historias, disfraces y leyendas del rock nacional e internacional.

Eliesheva Ramos  ·  9 diciembre, 2025
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En un país donde pocas cosas ponen de acuerdo a tanta gente, un milagro musical se repite cada noviembre: miles de personas deciden dejar sus diferencias afuera y aferrarse a un mismo acorde.

No es un festival, no es un concierto tradicional. Es Rockland, el único lugar donde un niño de cinco años puede compartir escenario con un rockero veterano de más de 70… y ambos sonar igual de fuertes.

Un latido colectivo

La noche del 20 de noviembre, la Arena Ciudad de México dejó de ser un recinto para convertirse en un latido colectivo.

En medio de luces, energía y un estruendo perfectamente sincronizado, Rockland celebró su cuarta edición reuniendo a alrededor de 1200 músicos: guitarristas, bajistas, bateristas y cantantes que tocaron al mismo tiempo y transformaron el lugar en la banda más grande de Latinoamérica.

Una banda inmensa… y profundamente humana

Rockland es épico por su tamaño, pero también por su espíritu. Aquí nadie es demasiado joven ni demasiado grande para subirse al escenario.



Este año había niños de cinco años y músicos de más de 70, todos unidos por el mismo impulso: el amor por la música y la convicción de que, en un México que necesita más puntos de encuentro, el rock hermana.

Entre los participantes abundaban historias que podrían ser canciones: el joven que tocaba una Gibson heredada de su padre, la bajista que llevó el instrumento que compró en su primer empleo, el guitarrista que decía que ese día cumplía un sueño que esperó décadas.

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Rockland reúne perfiles diversos, pero todos comparten una verdad: la música los sostiene.

La pasarela donde cada quien desfiló como quiso

Si el escenario era monumental, el público-músico lo convirtió en un desfile inolvidable.

Góticos con plataformas gigantes, unicornios fluorescentes, apaches, dobles de Freddie Mercury, bateristas disfrazados de Depredador, dinosaurios, calaveras, además de la clásica tribu rockera vestida con piel negra, picos, cadenas, botas y paliacates.

Cada instrumento se volvía una extensión de la personalidad: guitarras customizadas, bajos brillantes, baterías intervenidas, micrófonos decorados.

Rockland es música, pero también moda, performance y tribu.

El rugido de mil músicos

Para dimensionar el fenómeno: 250 guitarras, 240 cantantes y 245 bajos retumbaron al unísono, además de cientos de baterías elevando el pulso general.

En 2022, la primera edición reunió apenas 400 músicos. Hoy, Rockland es una marea sonora que crece año con año. Este 2025, Arturo López Gavito fue el encargado de ponerle estuvo orquestada por

En 2025, el repertorio rindió homenaje al rock latinoamericano con canciones de Caifanes, Fobia, Víctimas del Doctor Cerebro, La Lupita, Coda, entre muchas otras bandas legendarias.

Dos momentos especiales fueron los tributos a Ozzy Osbourne y Xava Drago, que hicieron vibrar al público con nostalgia y reverencia.

Invitados que elevaron la temperatura

Sobre el escenario desfilaron figuras que marcaron generaciones:

  • El Abulón (Víctimas del Doctor Cerebro)
  • Germán Arroyo (La Gusana Ciega)
  • Rasheed Durán (Los Daniels)
  • Alfonso Fors (La Cuca)
  • David López Chirino (La Ley)
  • Kenny y los Eléctricos
  • Tamerlane Mortician, “Lady Death”, de Vipera Diavola
  • Diego Kopushian, baterista fundador de Vista Point
  • Poncho, bajista de Los Daniels
  • Y un invitado legendario: Álex Lora, acompañado por El Tri.

Cada aparición desató gritos, aplausos y una vibra que pocas veces se siente en un concierto tradicional.

El corazón de la máquina: Diego Medel

Por cuarto año consecutivo, Diego Medel fue el director musical encargado de guiar a más de mil músicos para lograr algo que parece imposible: que todos suenen como un solo cuerpo.

Su liderazgo, precisión y energía hicieron que cada coro, cada acorde y cada golpe de batería encontrara su lugar en la avalancha sonora.

[No te pierdas esta nota: CDMX: el oficio de organillero ya es Patrimonio Cultural Inmaterial]

Rockland: más que un concierto, una declaración

Rockland es incluyente, democrático, emocionante.

Es un espacio donde fans, músicos amateurs, artistas consolidados, niños, adultos mayores, rockeros de closet y rockeros de corazón se encuentran en igualdad total.

Es un escenario donde cualquiera puede ser parte del show, donde el rock vuelve a su origen: la comunidad.

Más de mil personas tocando juntas no solo crean música; crean un mensaje poderoso:
cuando México se une, suena muchísimo mejor.

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