Propiedades curativas de la fruta estrella: beneficios y precauciones
La fruta estrella ofrece antioxidantes, fibra y vitamina C, pero requiere precaución en personas con enfermedad renal crónica.
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La fruta estrella, conocida científicamente como carambola, destaca por su peculiar forma al cortarse y por sus múltiples beneficios nutricionales.
Originaria del sudeste asiático, esta fruta tropical ha ganado presencia en América gracias a su bajo contenido calórico y su riqueza en antioxidantes.
Cada porción de 100 gramos aporta cerca de 31 calorías, además de vitamina C, fibra dietética, y minerales como potasio, magnesio y fósforo.
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La fruta estrella también contiene compuestos flavonoides y polifenoles que contribuyen a reducir el daño celular provocado por el estrés oxidativo, lo que puede ayudar a prevenir enfermedades crónicas.
Entre sus propiedades más destacadas se encuentran:
- Fortalecimiento del sistema inmunológico
- Mejora de la digestión y prevención del estreñimiento
- Regulación de la presión arterial
- Apoyo en la cicatrización de heridas
- Posible efecto hipoglucemiante (requiere más estudios)
La fruta estrella se consume comúnmente en ensaladas, jugos, postres o como decoración en platillos. Su sabor varía entre ácido y dulce, dependiendo de su madurez, y su forma la convierte en un ingrediente atractivo en la cocina.
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Sin embargo, no todo son ventajas. Esta fruta contiene oxalatos y una neurotoxina llamada caramboxina, que puede resultar peligrosa para personas con insuficiencia renal. En estos casos, su consumo puede provocar síntomas como vómitos, hipo persistente, confusión e incluso convulsiones. Por ello, especialistas recomiendan evitarla en pacientes con enfermedades renales.
La fruta estrella representa una opción saludable para quienes buscan variedad en su dieta, siempre que se consuma con moderación y se consideren las condiciones médicas individuales.
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