México fue elegido como sede del debut mundial de Trinidad Villa, una vitola inédita que celebra la historia, la artesanía y el legado del Habano.
Ser elegido como país sede de un lanzamiento mundial no es casualidad, sino un reconocimiento.
Este año, México se convirtió en el escenario de uno de los acontecimientos más esperados por los amantes del tabaco premium, la presentación global de Trinidad Villa, una vitola inédita que marca un capítulo histórico para la marca y reafirma el vínculo especial entre Habanos S.A y México.
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Sinónimo de maestría artesanal
Desde su nacimiento en 1969, Trinidad ha sido sinónimo de elegancia, exclusividad y maestría artesanal.
Creada originalmente como un obsequio diplomático para personalidades de alto rango, la marca salió a la luz internacional a finales de los noventa, y fue precisamente México uno de los primeros países en recibirla.
Con la llegada de la vitola Fundadores, inició una relación que, más de dos décadas después, continúa escribiendo historia entre conocedores, coleccionistas y apasionados del Habano.
Encuentro entre dos tradiciones
Hoy, esa historia se renueva, México, testigo y protagonista de algunos de los momentos más emblemáticos de Trinidad, vuelve a ocupar un lugar de honor en la agenda mundial del Habano.
La llegada de Trinidad Villa no representa únicamente un lanzamiento, más bien simboliza el encuentro entre dos tradiciones, la del tabaco cubano y la del espíritu mexicano que comparten la búsqueda de la excelencia, el respeto por el legado y la celebración del placer como arte de vivir.
Trinidad Villa es un tributo al tiempo, a la elegancia y al lazo inquebrantable entre Cuba y México, unidos por el humo, la historia y la pasión.
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Un debut histórico en tierra mexicana
El lanzamiento se llevó a cabo en un evento privado en el Jardín Lambú, donde 180 invitados, coleccionistas, expertos y líderes de la industria, fueron los primeros en tener contacto con esta pieza inédita.
Entre las personalidades presentes destacaron Kirby Allison, referente internacional del estilo clásico masculino, y Armando Cigars, uno de los influencers de tabaco más reconocidos del mundo.
La asistencia de invitados provenientes de España, Estados Unidos, Cuba y Belice confirmó lo que ya era evidente: el mundo del Habano volvió a poner la mirada en México.
Durante la noche, Gabriel Estrada, Hombre Habano 2019, compartió un mensaje especial sobre el legado, la estética y el carácter sensorial que han convertido a Trinidad en una de las marcas más respetadas del universo premium.
Su intervención subrayó la relevancia histórica de este lanzamiento y la importancia de que México forme parte de esta nueva etapa.
Una vitola creada para trascender
Trinidad Villa pertenece a la novena categoría de producción y presenta un formato que ya causa expectación entre expertos con cepo 47,170 mm de longitud y vitola de galera Julieta.
Es un Habano de estética impecable, estructura elegante y evolución aromática equilibrada, creado para convertirse en referencia.
Se presenta en cajas de 12 piezas e ingresa como la doceava vitola del portafolio Trinidad, consolidando a la marca como una de las más preciadas dentro de las líneas premium de Habanos S.A.
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Una noche que celebró el culto al Habano
El evento incluyó una subasta silenciosa cuyo lote ganador adjudicado por $281,000 pesos consistió en un Humidor Trinidad Conmemorativo de Lanzamiento con 24 Trinidad Villa edición La Casa del Habano & Habanos Especialista, acompañado de una caja vintage de 24 Trinidad Fundadores 1998 en su empaque original.
Una pieza histórica que confirma, una vez más, el estatus de culto que Trinidad Villa está destinado a alcanzar.
Con esta presentación, Trinidad no solo suma una nueva vitola, firma una declaración de estilo, legado y devoción por lo exquisito, celebrada por una comunidad mexicana que ha demostrado ser pilar fundamental en el universo del Habano.
Como periodista tengo la misión, parafraseando al intelectual español Julio Anguita, de perturbar, de agitar el cerebro, de mover las conciencias. Para lograr esos objetivos me aferro al abecedario como otros se aferran al escapulario.
