Magda cambia de rostro… conoce las nuevas delicias del restaurante más bonito de San Ángel
Esta propuesta gastronómica se renueva con platillos inspirados en el río Magdalena y una experiencia culinaria que combina historia, sabor y diseño. Disfruta cocina fresca, ambiente sofisticado y un espacio pet friendly en la CDMX.
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El río Magdalena, conocido como el último río vivo de la Ciudad de México, fluye entre las calles de San Ángel. Alguna vez irrigó los huertos del Convento del Carmen y hoy sigue dando vida, aunque de otra forma: inspira la cocina de Magda, un restaurante que ha conquistado a los paladares más exigentes del sur de la Ciudad de México.
No por nada, quienes viven en esta zona —conocida por sus altos estándares— han hecho suyo este rincón encantador.
La cocina de río
Desde mayo, Magda presenta una nueva carta que celebra lo mejor de sus temporadas anteriores y, al mismo tiempo, se renueva con platillos que evocan la riqueza de la cocina de río.
Su propuesta sigue tan sólida como siempre, pero ahora incluye sabores más audaces, combinaciones inesperadas y una frescura irresistible que parece sacada de un huerto a las laderas del Magdalena.
Adivina adivinador, sorprende a tu paladar
Una de las sorpresas del nuevo menú es el plato llamado “espárragos falsos”, que en realidad son tallos de brócoli salteados en mantequilla avellanada y cubiertos con una suave salsa holandesa.
Se acompañan de brotes de temporada (en este caso fue de chícharo) que dan un toque crujiente y delicado. Sin duda una creación sencilla, pero sorprendente.
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Otro de los imperdibles es el ceviche de pulpo, servido con tinta de sepia, cebolla morada, pepino persa, manzana verde y totopo istmeño.
Refrescante y vibrante, puedes acompañarlo con el clásico 2×1 de Aperol Spritz o con alguna bebida con Eminente, un ron cubano que invita al disfrute.
Los sabores profundos también tienen su espacio con platos como la pasta con trufa, una combinación generosa y aterciopelada que enamora al primer bocado. O el espectacular estofado de res con salsa Chimalistac, elaborado con carne US Meat que se deshace en la boca y combina perfectamente con un suave puré.
No hay mejor forma de cerrar una gran comida que con un postre memorable. Ese momento dulce al final del menú no solo satisface el paladar, sino que deja una última impresión que completa la experiencia. Ya sea algo cremoso, afrutado o lleno de chocolate, un buen postre es el broche de oro que convierte una comida en un verdadero festín.
Como si estuvieras de vacaciones
Además de la cocina, el entorno hace que cada visita se sienta como una escapada.
Magda se encuentra en una casona histórica que alguna vez fue parte de un huerto monástico. Su diseño —a cargo del interiorista Ricardo Casas— se inspira en la Riviera y en los colores del río Magdalena.
Paredes rosas y azules índigo, lámparas escultóricas y grandes piezas metálicas llenan de personalidad los salones y el jardín, creando un ambiente contemporáneo y sofisticado.
Los fines de semana, Magda se transforma en una fiesta familiar: vegetación frondosa, espacios abiertos, música, buena comida y un ambiente relajado que hace sentir a cualquiera como en casa (o mejor).
Además, es pet friendly, así que también tu mejor amigo puede disfrutar contigo.
Jorge Romero, gerente del lugar, nos recibió con calidez para presentarnos cada detalle de esta nueva etapa.
“Queremos que nuestros comensales vivan una experiencia completa: buena comida, un entorno bello y un servicio cercano. Magda no es solo un restaurante, es una forma de reconectar”.
Ya sea para una cena romántica, una comida en familia o una celebración especial, Magda es el lugar perfecto para descubrir una nueva cara de la cocina mexicana. Una que fluye, como el río que la inspira.