‘Los monólogos del pene’: humor y reflexión sobre la masculinidad en el Marketeatro
Alejandro Gazque se animó a hacer historia con 'Los monólogos del pene', una creación que aspira las dimensiones de 'Los monólogos de la vagina'
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El Día Internacional del Hombre fue el marco perfecto para la presentación de una obra de teatro que pretende marcar un hito debido a que aborda un tema del que hasta ahora poco se ha hablado en este medio: el pene y la masculinidad.
Una contraparte masculina llena de humor
En una sociedad como la mexicana, donde los hombres suelen ser educados para mostrarse fuertes, reservados y emocionalmente herméticos, hablar abiertamente sobre temas relacionados con su sexualidad sigue siendo un desafío, pero el escritor y productor Alejandro Gazque se animó a hacer historia con Los monólogos del pene, una creación que aspira alcance las dimensiones de Los monólogos de la vagina, que tiene casi tres décadas en cartelera.
Temas como el tamaño del pene, la disfunción eréctil, la eyaculación precoz o incluso la masturbación suelen ser abordados, cuando mucho, en círculos muy privados o mediante bromas que evitan profundizar en su verdadero impacto emocional. Ante ese panorama, Gazque se animó a ventilar algunos de los mayores temores masculinos.
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Gazque considera que estas experiencias son parte fundamental de la vida de los varones, y es necesario abrir espacios donde puedan reflexionarse con honestidad, empatía y, por qué no, con un toque de humor.
Un espacio para reflexionar desde la comedia
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La creación de Los monólogos del pene, que explora la relación de los hombres con su órgano sexual llega en un momento clave para cuestionar los tabúes y mitos en torno a la masculinidad. En un contexto cultural donde los hombres suelen ser educados para medir su autoestima y valía a través de su desempeño sexual o el tamaño de su órgano genital, abrir un diálogo desde el escenario teatral es no solo pertinente, sino urgente.
El escritor y productor confiesa que la obra nació de horas de conversaciones con amigos en diversos espacios, desde cantinas hasta baños públicos. Esas pláticas sinceras, irreverentes y a veces absurdas, sirvieron como inspiración para un guión que busca conectarse con hombres y mujeres por igual.
Aunque fue concebido como un monólogo, en realidad es un diálogo entre amigos, una conversación que, a diferencia de Los monólogos de la vagina, en donde existen duros episodios de abuso sexual y de denuncia ante diversas violencias, se desarrolla de manera humorística, aunque algunos temas son de gran trascendencia masculina, como la disfunción eréctil.
El teatro, por su naturaleza íntima y directa, se convierte en una plataforma poderosa para abordar estos temas de manera abierta y accesible. A través de las historias que se cuentan en una obra como Los Monólogos del Pene, se crea un espacio donde los hombres pueden identificarse, reírse de sí mismos y, al mismo tiempo, cuestionar los estigmas que han cargado durante generaciones.
Y vaya que la gente reaccionó con beneplácito ante la obra dirigida por Alejandro Gazque y producida por Julieta Delgado, pues las tres funciones ofrecidas fueron un éxito gracias, en buena parte, al elenco, que está conformado por Mauricio Llera, Néstor Torres, Tony Mendoza, Christian Rodríguez y Gerardo Acuña.
Los actores, vestidos con jeans, playeras negras con la palabra pene en el frente y por detrás su apodo, que en todos los casos alude al gallo, muestran su versatilidad en pos de normalizar conversaciones sobre temas como la disfunción eréctil o el tamaño del pene. También intentan la desmitificación de prejuicios e intentan que los hombres se reconcilien con aspectos de su sexualidad que a menudo son fuente de ansiedad o inseguridad.
Aunque su tono es ligero, una obra que ponga en el centro la relación de los hombres con su pene no solo sirve para entretener, sino que también funciona como un catalizador cultural. Quizá ayude a desmantelar estereotipos, como el que asocia el tamaño del pene con la masculinidad o el que interpreta problemas como la impotencia como un fracaso personal.
El actor Ricardo Silva, quien acudió a una de las funciones, destacó que esta obra no solo busca hacer reír, sino también invitar al público a reflexionar sobre lo que significa ser hombre en la actualidad.
La obra ha sido presentada en tres ocasiones y por el momento no hay información sobre una temporada, pero Gazque comenta que existen propuestas para que sea montada tanto en la Ciudad de México en el interior de la República Mexicana.
Los monólogos del pene se montó en el Marketeatro, un espacio en el corazón de una de las colonias más emblemáticas de la Ciudad de México, la Colonia Roma Norte.
El teatro como herramienta de cambio
Hablar de estos temas en un escenario no solo beneficia a los hombres, sino también a las mujeres y a la sociedad en general. Al comprender las presiones y los miedos que enfrentan los varones es posible construir relaciones más sanas y equitativas. Además, al abordar estas experiencias desde la comedia, se reduce la tensión que muchas veces rodea estos temas, permitiendo que el público reflexione sin sentirse juzgado.
Una obra que invite a los hombres a mirarse sin filtros, a aceptar sus vulnerabilidades y a reírse de los mitos que los rodean no es solo necesaria, es revolucionaria. En un país donde la masculinidad sigue definiéndose por estándares rígidos y anticuados, el teatro puede ser una herramienta clave para el cambio. Porque abrir la conversación sobre lo que significa ser hombre, incluso desde el aspecto más íntimo, es un paso hacia una sociedad más libre y consciente.
Sin duda, Los Monólogos del Pene es una experiencia teatral única que promete generar risas y reflexiones en partes iguales.
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