Barranca de Batopilas
En lo profundo de una de las barrancas más hondas de la Sierra Madre Occidental, en Chihuahua, está la Barranca de Batopilas.
Para llegar a ella se desciende por un camino de terracería con numerosas curvas desde el que se puede admirar el hermoso paisaje que este sitio ofrece a sus visitantes.
A diferencia de otras zonas de Batopilas, la gran mayoría de sus atractivos se encuentran a los alrededores.
Rodeado de naturaleza, acantilados y barrancas, este Pueblo Mágico de Chihuahua te proveerá de momentos únicos y de gran aventuras.
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Desde este impresionante cañón se puede gozar de una vista maravillosa, el cual te provocará una sensación que hará que se detenga el tiempo para poder admirar su espectacularidad.
Aunque fueron varios los centros mineros que se formaron en el fondo de algunas barrancas, ninguno de ellos se comparó con la riqueza mineral de la Barranca de Batopilas.
Las vetas de La Bufa y las del mismo poblado alcanzaron renombre a nivel mundial gracias a la riqueza mineral que albergan sus entrañas.
Como recuerdo a esta abundancia aún se conservan diversos edificios de gran valor arquitectónico como casonas y haciendas que datan de los siglos XVII y XIX. Caminar por el puente de La Bufa es toda una experiencia porque ahí se encuentra en uno de los puntos de mayor profundidad de la barranca.
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El mejor mirador de la zona es el de La Bufa, localizado en las cercanías de la comunidad tarahumara de Quírare, ya para iniciar el descenso en vehículo de la Barranca de Batopilas.
Desde él se tiene una visión de mil 300 metros de profundidad en la que se aprecia muy bien el río Batopilas y el mineral de La Bufa.
Otros miradores interesantes en la región son el de la Piedra Redonda, desde donde se observa la Barranca de los Plátanos, arriba de la comunidad de Cerro Colorado.
Quizá una de las rutas más fascinantes de todas las Barrancas del Cobre sea la del antiguo camino real entre Batopilas y Urique, pasando por escenarios y miradores fuera de serie, además del antiguo pueblo minero de Cerro Colorado.
Este recorrido requiere de dos a tres días de marcha, además de una buena condición física y un guía experto. La caminata desde Batopilas hasta Satevó es breve, puesto que siguiendo el río, se recorren 12 km de ida y vuelta.
La caminata a Yoquivo, con su misión y escenarios naturales, se realiza entre dos y tres días, considerando el viaje de ida y vuelta.
Siguiendo el río de Batopilas, aguas arriba, logrará conocer la antigua misión jesuita de Tónachi. Esta excursión dura una semana y comprende casi toda la Barranca de Batopilas, hasta su nacimiento.
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