Helado artesanal, moda y pan: la receta perfecta para sobrevivir al calor capitalino…¡Conoce Gota de Nieve!

¿Ropa para niños y helado orgánico y natural? Sí, leíste bien.

En plena ola de calor, Grupo Creysi —la firma mexicana que ha vestido generaciones con su emblemática marca Baby Creysi— acaba de dar un giro tan dulce como refrescante: Gota de Nieve, su nueva división gourmet, ofrece helados artesanales que son una joya para el paladar… y para el alma.

Oasis en la ciudad

La Ciudad de México hierve (literalmente), pero hay oasis escondidos entre las boutiques.

Y no cualquier boutique: hablamos de espacios que se alinean a la tendencia global fashion & gourmet, donde moda y gastronomía se fusionan en experiencias 360.

Comprar ropa ya no es solo una tarea; ahora puedes hacerlo mientras tomas café, comes pan de masa madre o disfrutas helado sin culpa (ni ingredientes misteriosos).

Hay grandes sorpresas: helado de chai, de limonada rosa, de ¡vainilla natural! algo que casi no se ve.

Cada uno de sus sabores proviene de una mezcla mágica: ingredientes naturales de alta calidad, frescura y, por si fuera poco, veganos, pues están libres de huevo, gluten, colorantes y aditivos artificiales y aún así consiguen maravillas que desatan sonrisas: brillos comestibles. Porque sí, la infancia puede regresar en una cucharada.

¡Postres para todos!

“Creamos Gota de Nieve para ofrecer postres inclusivos, con ingredientes naturales y sin procesos agresivos. No queríamos que nadie se quedara sin postre, ni siquiera quienes tienen alergias alimenticias o una dieta especial”, nos cuenta Irma Gómez Tapia, gerente general de Creysi Bakery y Gota de Nieve.

Y vaya que lo lograron: aquí los helados no solo son bonitos, sino también honestos. Usan frutas orgánicas, frescas y vainilla real —sí, vainilla de verdad, no “sabor vainilla”— comprada a productores locales.

Tampoco echan mano, por ejemplo, de estabilizantes, que son aditivos artificiales que se utilizan para retrasar el derretimiento.

Buena parte de la idea nació en la sucursal de Anzures, cuando se detectó que los clientes, al salir de comprar ropa, tenían ganas de quedarse más tiempo.

Así surgieron rincones con café, panadería y espacios para niños, con juguetes Montessori incluidos.

Hoy, esa pequeña semilla ha florecido en tiendas con carácter propio y sabores que cambian con la temporada: mazapán, piñón, chai especiado, maracuyá, naranja con albahaca… e incluso algodón de azúcar, que responde con dulzura cuando uno se pregunta: ¿a qué saben las nubes?

Además, Creysi Bakery, parte del mismo concepto, no se queda atrás: desde un affogato con helado supremo hasta croissants ahogados en cremosidad, aquí los antojos se toman en serio.

Por supuesto, no todo lo que parece helado es buena idea. En un mundo donde muchos productos se derriten antes de llegar a tu paladar por malas prácticas —como romper la cadena de frío o usar ingredientes de baja calidad—, Gota de Nieve apuesta por lo contrario: producir en la Ciudad de México con métodos artesanales y sabores naturales que no necesitan maquillar su esencia.

Actualmente, el concepto fashion & gourmet de Baby Creysi se puede disfrutar en siete tiendas del país, cinco en la Ciudad de México y dos más en Guadalajara y Aguascalientes.

La marca, que lleva más de 50 años vistiendo a niños mexicanos, ahora se abre camino en nuevas generaciones, con ropa para niñas y niños de hasta 14 años y un enfoque más familiar, flexible y moderno.

Porque sí, puede parecer curioso entrar a una tienda por ropa y salir con pan, helado y ganas de quedarte a trabajar un rato —porque también hay gente que lo usa como coworking.

Pero así es la nueva ola de experiencias completas, deliciosas y funcionales. Y si cada cucharada viene con un toque de infancia y un respiro del calor, mejor.