Encuentra las calabazas de barro más auténticas en estos lugares
La diversidad y riqueza de la artesanía mexicana es verdaderamente asombrosa.
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Especialmente pensando en la decoración de Halloween, las calabazas de barro son uno de los elementos más populares.
Si no lo sabías, en nuestro país existen lugares especializados en la fabricación de estas piezas.
Para asegurarte de que la decoración de tu casa sea perfecta en esta época, te indicamos dónde encontrarlas.
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San Juan Totolac
Se encuentra a escasos kilómetros de la ciudad de Tlaxcala. Sus habitantes tienen una destacada habilidad en la creación de artesanías de barro, con un enfoque principal en la producción de ollas.
Durante esta temporada, también se dedican a la confección de calabazas de barro para Halloween, pero su especialidad radica en la elaboración de calaveras.
De hecho, los artesanos tienen la intención de que los niños utilicen estas calaveras con una vela durante la temporada de muertos o Halloween, como parte de la tradición de pedir su “calaverita”.
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Metepec
Famoso por la destreza de sus alfareros, cuyas manos transforman el barro en hermosas piezas, como el renombrado Árbol de la Vida.
Sin embargo, durante esta temporada, las calles de Metepec se llenan con la presencia de calabazas de barro y otros adornos elaborados especialmente para la ocasión.
Ubicado a más de 60 kilómetros de la Ciudad de México, lo que realmente distingue a Metepec es su rica tradición artesanal. La ciudad alberga más de 300 talleres artesanales, dispersos por diversos barrios.
Nuestro Maestro artesano Odilón Ortega, ya prepara calabazas en barro para nuestra próxima temporada de Halloween 🎃 pic.twitter.com/PhvbG0X6Rq
— Pueblo Mágico de Metepec (@TurismoMetepec) August 21, 2018
En Metepec, encontrarás una selección infalible de calabazas de barro, todas ellas coloridas y elegantes.
Tixtla
Guerrero es un lugar destacado en el estado por su excepcional trabajo con el barro.
Desde hace décadas, se ha especializado en la creación de calabazas decoradas, especialmente destinadas para las festividades de Halloween o el Día de Muertos.
Este encantador pueblo se encuentra a tan solo 17 kilómetros de Chilpancingo.
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Aunque durante esta temporada los artesanos ponen énfasis en la elaboración de calabazas de barro, también se dedican a crear catrinas y calaveras.
Durante el resto del año, su destreza se refleja en la producción de cazuelas, jarros, velas y otros adornos de gran calidad.
Atlixco y Acajete
En el estado de Puebla, son reconocidos por sus distintivos atractivos. Atlixco y Acajete son famosos por su villa iluminada, sus helados con toque de cempasúchil y su curiosa afición por los ovnis.
Pero también destaca por las maravillosas creaciones de sus artesanos, quienes exhiben sus calabazas de barro a lo largo de las carreteras poblanas y las cercanas a la mixteca.
Elaboración de calabazas de barro por alfareros de Acajete #Puebla tradición que engalana esta temporada. pic.twitter.com/oP5dMjUnvh
— Mari Loli Pellón (@MariLoliPellon) October 19, 2020
Estas calabazas son conocidas por su vibrante colorido y detalladas figuras. Algunas incluso cuentan con complementos como sombreros, velas y gorros de brujas. Además, los artesanos ofrecen catrinas y otros adornos relacionados con la temporada.
Amealco
Querétaro es un municipio que ostenta un estatus emblemático en el ámbito de la artesanía.
Este lugar es mundialmente reconocido como la cuna de la famosa muñeca Lele. No obstante, también es destacado por sus talleres de alfarería, donde se fabrican macetas, comales, ollas y calabazas de barro.
Aunque muchas de estas figuras de barro producidas en Amealco se comercializan en carreteras del norte y centro del país, cabe destacar que una considerable cantidad se exporta a Canadá y Estados Unidos, donde se elabora la conocida “calabaza americana”.
No obstante, la rica influencia de la cultura otomí no solo se limita a las calabazas, sino que también se refleja en la creación de esqueletos y fantasmas.
Desde las renombradas calabazas de barro de Metepec y Tixtla, hasta las famosas muñecas Lele de Amealco, cada región del país aporta su propia esencia y maestría a la creación de estas hermosas piezas.
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