Receta tradicional de champurrado para disfrutar en posadas y reuniones navideñas con familia.
Cuando llegan las posadas, la Navidad y el frío del invierno en México, pocas cosas reconfortan tanto como una taza humeante de champurrado. Esta bebida, profundamente arraigada en nuestras tradiciones, fusiona la riqueza ancestral del maíz con el dulzor del chocolate, evocando aromas de hogar, nostalgia y reunión familiar.
El champurrado no es simplemente un chocolate caliente común. Se distingue por su base de harina de maíz nixtamalizado —tradicionalmente masa fresca, aunque hoy en día se suele usar harina tipo “Maseca” tostada—, lo que le aporta un sabor a maíz tostado y una textura más espesa. A eso se suma chocolate mexicano de mesa (como Abuelita o Ibarra), canela y piloncillo, ingredientes que le dan su carácter distintivo.
Además, muchas versiones modernas incorporan leche (o leche evaporada) para lograr una mezcla más cremosa.
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Ingredientes básicos y pasos a seguir para preparar el champurrado
Estos son los elementos que usarás para preparar esta bebida:
- 100 g de harina de maíz nixtamalizado
- 500 ml de agua para disolver la harina + 500 ml de agua para infusión de canela y piloncillo
- 2 ramas de canela
- 80 g de piloncillo (panela)
- 90 g de chocolate mexicano de mesa (Abuelita o Ibarra)
- 300 ml de leche
Paso a paso
- Tuesta la harina de maíz en sartén a fuego medio hasta que desprenda aroma a maíz tostado. Añade 500 ml de agua y mezcla bien hasta obtener una papilla sin grumos.
- En otra olla, hierve los 500 ml de agua con las ramas de canela y el piloncillo; cuando el piloncillo se haya disuelto, añade el chocolate y espera a que se derrita por completo.
- Incorpora poco a poco la papilla de harina en la olla del chocolate, revolviendo constantemente para evitar grumos y lograr una mezcla homogénea.
- Añade la leche, mantén a fuego bajo y remueve hasta alcanzar la consistencia deseada. Si resulta muy espeso, ajusta con un poco más de agua o leche. Si prefieres una textura más fina, puedes colarlo antes de servir.
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Gusto por temas sobre negocios, emprendimiento, y tecnología. Contador de historias mediante números. Ahora describiendo la riqueza cultural de México.
