Dos Carnales, unos caldos de gallina que tienen el sabor de hogar

El corazón de la gastronomía mexicana late al ritmo de la tradición y el sabor casero, y en la Ciudad de México, un lugar ha logrado capturar esa esencia a la perfección. Dos Carnales, Caldos de Gallina, no es solo un restaurante, es un viaje a la comodidad de hogar, donde cada platillo se prepara con una distinción que se percibe desde el primer bocado. 

Su secreto radica en la calidad de sus productos, las tortillas hechas con amor y el inigualable sabor de su vasto caldo de gallina: una exquisita presa, arroz de olla, y garbanzos que se congregan en un plato reconfortante, disponible para deleitar tu paladar las 24 horas del día.

A diferencia de otras propuestas gastronómicas en la Ciudad de México, ellos han logrado la proeza de trasladar la auténtica comida de la calle a un restaurante, manteniendo los precios accesibles de un puesto. La idea es clara: que cada comensal se sienta como en casa. 

El menú se expande con opciones como caldos con pechuga, mollejas, o hígados. Además, puedes pedir extras de mole, y acompañar tu elección con antojitos clásicos como enchiladas o quesadillas.

“El menú es sencillo pero poderoso: caldos, enchiladas y quesadillas. No queremos agregar más al menú porque queremos especializarnos en esto, ser los mejores. ¿Para qué tener un menú tan extenso si vendemos caldos de gallina?”, cuenta el gerente general de Dos Carnales, Caldos de Gallina, Fernando Navarrete.

Los ingredientes secretos: la calidad humana y el servicio al cliente

La historia de Dos Carnales, Caldos de Gallina, es breve pero con mucha riqueza. El primer establecimiento, ubicado en la colonia Roma, nació un 23 de julio de 2022, mientras que el segundo nació en mayo de 2023 y en agosto de este año abrirán su tercer restaurante cerca del Monumento a la Revolución. 

“Hemos logrado encontrar ubicaciones estratégicas, como en Chapultepec, a solo una cuadra de otra sucursal, y otra cerca de Metrobús Francia. La gente ha respondido positivamente, con clientes frecuentes que son recibidos como familia”, explica Navarrete.

La fórmula del éxito de los Dos Carnales, Caldos de Gallina se basa en tres pilares: la calidad, el servicio y un espacio digno para la gente. Es un círculo virtuoso: “La gente, al ver que le invertimos al negocio, dice: ‘Seguro están buenos, ¡vamos!'”, cuenta el directivo de la compañía. 

“La calidad es importante”, subraya Fernando, por lo que él mismo se encarga de las compras, priorizando siempre la excelencia del producto sobre el precio.

Los precios accesibles son un punto clave. “Aquí te echas una media pechuga, arroz, garbanzo y tortillas hechas a mano, ¡las que quieras!, por 120 pesos”, destaca Fernando.

La magia en cada olla

El secreto detrás del inconfundible sabor no reside en un solo chef principal, sino en un proceso bien establecido y la pasión de cada cocinero.

“La base es la misma y el sabor, la sazón, los chefs le van echando su toque al caldo”, cuenta Fernando.

La receta es meticulosa: dos ollas. Una para cocer la gallina durante 4 a 6 horas, y otra para el “caldo virgen”.

Luego, este caldo se traslada a otra olla y se prepara con hierbabuena, poro, cebolla y ajo. La carne y el caldo solo se encuentran en el plato final.

El arroz, cocinado por separado y frío, tiene su propio truco para no deshacerse. Y el garbanzo, ese ingrediente humilde, es el que le da un toque cremoso al caldo. 

“Cada cocinero, con su pasión, le añade su toque personal, quizás un poco más de hierba o una cebolla extra para un punto picante”, plática el gerente general.

Dos Carnales, Caldos de Gallina tiene un sueño: ser una gran cadena de caldos de gallina y traspasar las fronteras de México cómo llegar a Estados Unidos en un futuro.

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