No tienes que ir a Europa o Canadá para encontrar paisajes salpicados por la nieve, México cuenta con diferentes volcanes nevados, que en esta temporada se cubren por un gélido manto blanco.
Así que si en el año que está por comenzar quieres conocerlos, aquí te recomendamos tres con los que puedes iniciar.
El famoso Citlaltépetl es la montaña más alta de nuestro país con sus 5 mil 636 metros, y por ello también se le conoce como ‘Techo de México‘.
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En su cima encontrarás el glaciar de Jamapa, que está en peligro de extinción. Durante el invierno, es posible deslizarse en trineos sobre sus faldas nevadas. Te encantará recorrer sus bosques de pinos, abetos, oyameles, cipreses y encinos; observar aves y hasta crear un álbum fotográfico.
A sólo unos kilómetros se encuentra el Gran Telescopio Milimétrico Alfonso Serrano, desde donde podrás mirar las estrellas y los agujeros negros. Ambos se encuentran dentro del Parque Nacional Pico de Orizaba, que abarca áreas de Puebla y Veracruz.
Actividades sugeridas: alpinismo, bicicleta de montaña, senderismo.
También se le llama Matlalcuéyatl, que significa ‘la de las enaguas azules‘. Ubicado en Tlaxcala, tiene una altitud de 4 mil 462 metros y por ello es considerado como la quinta montaña más alta de México. Uno de los volcanes nevados que tienes que visitar.
La temperatura en la cumbre oscila entre los 0 y 15 grados centígrados. En sus faldas se ubica la Trinidad, un conjunto arquitectónico tipo inglés que ofrece servicios de hospedaje, campamento y balneario; tú decides si te instalas en sus 113 habitaciones o llevas tu propia casa de campaña.
Para reservas mandar un mail a centros.vacacionales@imss.gob.mx
Actividades sugeridas: aventúrate al montañismo, campismo y la bicicleta de montaña.
Se le conoce también como Xinantécatl, que significa ‘hombre desnudo‘. Posee una elevación de 4 mil 645 metros sobre el nivel del mar.
Es una maravilla de la naturaleza que alberga en su cráter a la izquierda la Laguna de la Luna y a la derecha la Laguna del Sol; separadas por una bóveda, sus aguas varían entre el azul y verde.
El descenso para llegar a ellas toma aproximadamente una hora. En enero y febrero, también encontrarás cubierto por un manto de nieve el bosque de coníferas que lo rodea.
Actividades sugeridas: ciclismo de montaña, senderismo, montañismo.
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