Ciudad Madera, ubicada en la Sierra Madre Occidental en Chihuahua, destaca como el pueblo más gélido de México, situado a una altitud de al menos 2,112 metros sobre el nivel del mar.
Rodeada por bosques y montañas, esta pequeña localidad experimenta particularmente bajas temperaturas, especialmente durante las primeras horas del día.
Cada diciembre, Ciudad Madera se transforma en un paisaje gélido, cubierto de hielo y adornado con escenarios blancos, una visión poco común en México que evoca los relatos invernales de Suiza o Finlandia.
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Durante esta temporada, los termómetros fluctúan entre los 8 y los -10 grados Celsius. Sin embargo, los embates de los frentes fríos pueden hacer que la temperatura descienda hasta los -27 grados Celsius, marcando la cifra más baja registrada en la historia de México.
Considerando todo lo mencionado y reconociendo que no hay mejor manera de explorar el lugar de nuestro origen que mediante viajes a destinos menos conocidos que nos permitan experimentar nuevas sensaciones, les presentamos algunos detalles sobre el peculiar y fascinante pueblo de Madera.
Es importante señalar que este municipio, considerado el más frío de todo el país, alberga a un poco más de 15 mil habitantes distribuidos en los extensos bosques de coníferas que rodean la ciudad.
Durante la temporada invernal, se pueden observar numerosas casitas humeantes con chimeneas en funcionamiento las 24 horas del día.
Además, es común ver a personas paseando con grandes chamarras, sombreros y cargando leña de un lugar a otro.
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Según la información de la Comisión Nacional del Agua, la temperatura más baja jamás registrada en México fue de -27 grados Celsius, ocurriendo precisamente en Ciudad Madera el 27 de diciembre de 1997.
Este fenómeno climático fue resultado de un frente frío que aún no tiene igual en la historia del país.
Durante este evento extremo, los lagos cercanos se congelaron a tal punto que se podía caminar sobre ellos, los árboles quedaron cubiertos de hielo y los caminos se volvieron completamente blancos y desolados.
Las bajas temperaturas obligaron a los habitantes a permanecer estáticos junto al fuego para resguardarse del intenso frío.
Hasta la fecha, no hay otro pueblo en México que haya experimentado un clima tan extremadamente frío.
Aunque en el municipio de La Rosilla, Durango, se alcanzaron temperaturas de -21 grados Celsius durante el invierno de 2006, no se ha acercado al récord establecido en Ciudad Madera.
Este lugar emerge como un rincón único en México, caracterizado por su título de municipio más frío pero enigmático.
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