Caldo de chacales, delicia colimense para Cuaresma
Este platillo colimense es ideal para esta temporada y aquí te decimos qué lleva y cómo prepararla
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Aunque pueda parecer limitada a veces, la gastronomía mexicana para Cuaresma y Semana Santa es vasta y sorprendente con diversos platillos elaborados con los más peculiares o desconocidos ingredientes.
Uno de estos platillos que sin duda te sorprenderá por su originalidad y sabor es originario de Colima: el caldo de chacales, que desde tiempos prehispánicos, ha sido considerado un manjar en la región.
Los chacales, una variedad de langostinos que habitan en las aguas dulces de ríos, presas y lagos, se convierten en el ingrediente estrella de este platillo.
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Con su sabor similar al camarón y su textura delicada, los chacales son el corazón de esta receta.
Para realizar este guiso, se combinan ingredientes como cebolla, chiles serranos, zanahoria, calabaza y especias, creando una combinación de sabores y aromas extraordinaria.
El proceso de preparación es meticuloso, comenzando con la cocción de las cáscaras y tenazas de los chacales en agua salada, seguido por un sofrito con aceite para resaltar sus sabores.
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La receta, transmitida de generación en generación, incluye el triturado de las tenazas y patas de los chacales para una mayor intensidad de sabor.
La salsa, preparada con jitomates, chiles serranos, ajo, sal y pimienta, se une a los chacales limpios, permitiendo que los sabores se fusionen a la perfección.
Servido caliente, este caldo es un verdadero deleite para los sentidos, y se puede realzar aún más con un toque de limón y perejil fresco. Como complemento, una refrescante tuba complementa a la perfección este platillo.
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