CDMX: el oficio de organillero ya es Patrimonio Cultural Inmaterial
La CDMX reconoce el oficio de organillero como patrimonio vivo que preserva identidad, memoria y tradición urbana.
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La Ciudad de México dio un paso histórico para la protección de su identidad cultural al aprobar la declaratoria del oficio de las personas organilleras como Patrimonio Cultural Inmaterial. La decisión se tomó el 29 de noviembre de 2025 durante una sesión de la Secretaría de Cultura capitalina, donde se votó por unanimidad a favor del reconocimiento.
Esta medida coloca a los organilleros —figuras emblemáticas del paisaje sonoro urbano— dentro del patrimonio vivo de la capital.
La Comisión Interinstitucional del Patrimonio Cultural aprobó por unanimidad la propuesta de declarar al oficio de organillero como patrimonio cultural inmaterial de la #CDMX. #ImagenDigital #CDMX #PatrimonioCultural #Organilleros #TradiciónViva pic.twitter.com/Nc1r8uNSaY
— Excélsior (@Excelsior) December 2, 2025
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¿Qué implica esta declaratoria?
Tras su aprobación, la Secretaría de Cultura elaborará un dictamen que será enviado a la Jefatura de Gobierno para su publicación en la Gaceta Oficial. Con este paso, el oficio de organillero adquiere protección formal y se reconoce su valor histórico y social.
La declaratoria garantiza que la música del organillo, la presencia cotidiana de sus intérpretes y su importancia como tradición heredada sean resguardadas ante los cambios urbanos y las transformaciones sociales. Esto no solo preserva un oficio, sino un símbolo identitario profundamente arraigado en la memoria colectiva de la CDMX.
¿Por qué se reconoció el oficio de organillero?
Los organilleros han sido parte del entorno sonoro de la ciudad por más de un siglo. Muchos pertenecen a familias que han transmitido esta labor de generación en generación, manteniendo viva una tradición que forma parte del imaginario citadino.
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Sus melodías acompañan plazas, calles y barrios populares con un sonido que, para muchos, representa historia, nostalgia y cultura popular. La declaratoria reconoce que el patrimonio de la ciudad no solo está en sus edificios o monumentos, sino también en estas expresiones culturales vivas, cotidianas y profundamente humanas.
¿Qué sigue? Protección, preservación y difusión
Como parte del proceso de salvaguardia, las autoridades capitalinas desarrollarán un plan que podría incluir:
- Apoyos y capacitación para las y los organilleros
- Protección legal de su actividad
- Eventos culturales, foros y exposiciones para visibilizar su importancia
- Espacios y circuitos culturales donde su música pueda seguir presente
Diversas organizaciones culturales también podrán sumarse para documentar esta tradición y fortalecer su transmisión a nuevas generaciones.
La declaratoria del oficio de organillero como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Ciudad de México representa un reconocimiento profundo a uno de los símbolos más entrañables de la capital. Con ello, la ciudad reafirma que su riqueza no solo está en lo material, sino también en los sonidos, prácticas y oficios que construyen identidad.
Proteger a los organilleros es proteger la memoria viva de la CDMX, un elemento esencial del espíritu urbano que merece seguir resonando en sus calles por muchas décadas más.
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