¿Cómo consumían el chocolate en sus orígenes?
Si bien el chocolate en la época prehispánica no se preparaba como en la actualidad, era una bebida de gran significado para esas culturas.
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El chocolate es una delicia que tiene un origen mexicano, que si bien no se sirve actualmente como se hacía en tiempos prehispánicos, sí ha tenido un gran valor significativo, tanto en antaño como ahora, y si quieres saber su historia, te la contamos con gusto.
Empecemos señalando que hay una leyenda acerca de cómo es que el cacao fue entregado por los dioses a los seres humanos y esta nos narra cómo el Dios Quetzalcóatl (Kukulkan para los mayas) decidió bajar el árbol de ese fruto a los hombres del lugar en el que habitaban los dioses.
Él lo hizo para que nosotros pudiéramos alimentarnos y de esa forma poder desarrollarnos en todos los aspectos.
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Una vez que plantó una pequeña planta de cacao en nuestro mundo, le pidió al Dios Tláloc (Chaac en su equivalente en la cosmogonía maya) que enviara su lluvia a la tierra para que la planta pudiera crecer y, posteriormente, fue con la Diosa Xochiquetzal para que le diera al árbol unas flores hermosas y así ahora el árbol pudiera alimentar con sus granos a la humanidad.
Esa es una de las leyendas del origen del árbol del cacao, siendo los olmecas y los mayas los primeros en cultivar y cosechar sus frutos. Los mayas preparaban con sus granos una bebida en la cual, tostados y molidos, se mezclaban con agua y especias.
Esta era una bebida que no se parece tanto a la actual, ya que en lugar de ser amarga, ahora la preparamos de forma dulce, pero para los mayas el brebaje tenía una gran significancia.
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Otras de las culturas que también apreciaban al cacao y la bebida que preparaban con él eran los mexicas, quienes incluso llegaron a utilizar el grano como una moneda, pero que también preparaban la bebida especiada con el grano, aunque esta era exclusiva para el consumo de las clases altas y los guerreros.
Y aunque, como vemos, en su origen el chocolate no se preparaba exactamente como desde la época precolombina, tiene un origen “divino” que no se puede dejar de lado.